Las clientas entran en tu farmacia y saben que: tú eres el profesional, tú sabes, tú les aconsejas, tú tienes criterio, te creen. Las clientas son tu tesoro.

¿Aprovechas la gran ventaja de que son ellas las que hablan contigo o con tu equipo? ¿Sabes que no tienes que salir a la calle a buscar a las clientas porque ya las tienes en casa?

Una propuesta distinta es ofrecer tu cosmética de marca propia.

“La visibilidad se basa en la diferenciación “, dice Neus Arqués.

Puedes optar por la línea blanca Fármicos, tu marca propia de cosméticos, con tu nombre y tu imagen, elaborada con productos innovadores y eficaces.

Los activos eficaces, junto con la alta calidad de los cosméticos, te permiten unos resultados visibles, fidelizar a tus clientas y todo ello con un amplio margen de beneficio.

Estos son los comentarios de algunas farmacéuticas, ante las siguientes preguntas:

¿Qué te llevó a querer tener en tu farmacia una línea de este tipo?

• La diferenciación, la fidelización de las clientas y su excelente relación calidad-precio (Farmacia Rodrigo García, Revilla de Camargo, Cantabria)
• Crear una imagen de marca con sello personal (Farmacia Ana Victory, Maó)
• Por precio y para diferenciarme de las demás farmacias (Farmacia Ana Ordis, Cerdanyola)

¿Qué ventaja destacarías de comprar Fármicos a diferencia de otras marcas blancas?

• Gama muy completa con un adecuado asesoramiento (Rodrigo García)
• Alta satisfacción de las clientas por la relación calidad-precio (Rodrigo García)
• La calidad y el trato personal que recibimos con cualquier duda que nos pueda surgir cumpliendo nuestras expectativas (Ana Victory)
• Servicio rápido. Hay un contacto directo contigo (Ana Ordis)

¿Los clientes repiten?

• Fidelizamos a los clientes porque repiten y lo más satisfactorio son los comentarios positivos de los productos que han probado lo que les lleva a querer probar otras referencias de línea (Ana Victory).

L@s farmacéutic@s conocemos la importancia y la relevancia de los ingredientes activos en los productos cosméticos.

Desde los hidratantes clásicos y conocidos (ácido hialurónico, colágeno, aloe vera…), pasando por los antioxidantes con acción antiarrugas (vitamina C, vitamina E, retinol, ácido glicólico…), reepitelizantes (pantenol, alantoína…) y una larga lista de ingredientes activos.

¿Todo sirve? ¿Como más ingredientes contenga una fórmula más activo es el producto? ¿O depende de la clienta? ¿O depende del vehículo? ¿O es más importante la imagen que el contenido? ¿Sigo las nuevas tendencias o voy a lo realmente eficaz?

Desde la farmacia se pueden y se deben aconsejar aquellos cosméticos más eficaces (por su composición) y más adecuados para un cliente en particular (por su tipología de piel).

Para un cosmético 40+, es decir, para una piel que ya hace un tiempo ha empezado a disminuir su funcionalidad, es fundamental escoger ingredientes activos que contrarresten los efectos del paso del tiempo:

1. Combatir el fotoenvejecimiento con protección solar, ayudando así a prevenir las hiperpigmentaciones irregulares.
2. Prevenir o disminuir la aparición de arrugas.
3. Aportar hidratación a una piel con tendencia a la sequedad.
4. Aportar luminosidad.
5. Combatir la flacidez.

Los antioxidantes de elección para evitar la formación de arrugas son la vitamina C  y la vitamina E o sus derivados más estables (durante el día) y los derivados del retinol (por la noche). Son ingredientes activos altamente eficaces, pero en contraposición difíciles de estabilizar en las formulas cosméticas habituales. Por otro lado, los péptidos biológicos  corrigen los síntomas del envejecimiento cutáneo mediante estimulación biológica.

Tanto para la hidratación como por su acción antiarrugas cabe destacar al ácido hialurónico como una de las moléculas más eficaces. Dependiendo de su peso molecular, el hialurónico presenta acciones hidratantes, cicatrizantes y/o antiarrugas.

Para aportar luminosidad, se aconseja la acción renovadora de los alfa-hidroxiácidos, como el ácido glicólico  por su especial mecanismo de acción: aumenta la plasticidad del estrato córneo y disminuye la cohesión de los corneocitos, facilitando su desprendimiento. Es un paso previo a los tratamientos posteriores.

Una alternativa eficaz son las enzimas de descamación, ricas en oligosacáridos, que favorecen la renovación celular y suavizan las líneas de expresión y las arrugas.

Debe destacarse la efectividad de la asociación de retinoides tópicos (retinaldehído) con alfa-hidroxiácidos (ácido glicólico) para combatir las manchas asociadas al envejecimiento y al acné adulto.

También el uso de peelings o scrubs mecánicos facilita la penetración de los tratamientos posteriores.

Y finalmente, para combatir la temida flacidez, tanto facial como corporal, una de las moléculas con importante acción reafirmante es el DMAE o 2-dimetilaminoetanol que actúa aumentando la síntesis de colágeno  y de glucosaminoglicanos.